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“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. (1 Juan 4:1-3, RV1960)
Muchos tienden a creer que “el anticristo” es un vocablo bíblico limitado a una persona, quizás, institución. Sin embargo, si analizamos el contexto de todos los escritos de Juan, especialmente en su primera epístola, nos damos cuenta qué hay por lo menos cinco requisitos para identificar el anticristo. 1. Es un falso profeta (1 Jn. 1:1); 2. No confiesa que Jesús vino en carne (v. 3-4); 3. Por definición, viene y surge antes de que Cristo venga y está en contra de Cristo y sus enseñanzas (“anti”); 4. Está presente en el mundo desde antes que surgieran todas las denominaciones e instituciones Cristianas que hoy conocemos (1 Jn. 1:18): 5. Puede haber más de un anticristo (1 Jn. 1:18). Muchos anticristos se cuelan por la “hendija” del segundo punto para asegurar que no son “anticristos”, ej., “nosotros creemos que Jesús vino en carne/que nació de una virgen” pero en realidad ese es solo uno de indicadores que identifican al anticristo. Sería muy fácil y obvio identificar al anticristo si alguien abiertamente dice que Cristo no se hizo hombre. Muchos falsos profetas y anticristos profesan creer que Jesús se hizo carne y otras cosas más (ej., creer en el Espíritu de Profecía) solo para atraer adeptos y seguidores a su causa. Por ejemplo, en nuestra iglesia todo el que confiesa creer en el Espíritu de Profecía y hasta lo cita, automáticamente se le acepta e identifica como “un verdadero profeta”, aunque lo que haga es usar el Espíritu de Profecía para su propia conveniencia. Por eso el Apóstol Juan te exhorta a ti y me exhorta a mi a “probar los Espíritus.” Hay miles de falsos profetas y anticristos en el mundo que profesan creer que Jesús vino en carne. De igual manera, hay cientos (por no decir miles) de falsos profetas y anticristos en el mundo que profesan creer y ser fieles seguidores del Espíritu de Profecía. Hay muchos hombres y ministerios que han surgido bajo esa suposición y hoy tienen ministerios independientes que clasifican a la iglesia como Babilonia y que su liderazgo es Satánico. Por eso el Apóstol Juan nos exhorta a probar los Espíritus porque no necesariamente todo Espíritu que dice venir de Dios, lo es y bien puede ser un lobo disfrazado de oveja y parte del espíritu del anticristo.
Oración: Señor ayúdame a acercarme a ti por medio del estudio de tu Palabra y de la oración para poder probar los Espíritus y no ser engañado por un falso profeta o ser una presa del anticristo. En el nombre de tu Hijo Jesucristo, ¡Amén!
Muchos tienden a creer que “el anticristo” es un vocablo bíblico limitado a una persona, quizás, institución. Sin embargo, si analizamos el contexto de todos los escritos de Juan, especialmente en su primera epístola, nos damos cuenta qué hay por lo menos cinco requisitos para identificar el anticristo. 1. Es un falso profeta (1 Jn. 1:1); 2. No confiesa que Jesús vino en carne (v. 3-4); 3. Por definición, viene y surge antes de que Cristo venga y está en contra de Cristo y sus enseñanzas (“anti”); 4. Está presente en el mundo desde antes que surgieran todas las denominaciones e instituciones Cristianas que hoy conocemos (1 Jn. 1:18): 5. Puede haber más de un anticristo (1 Jn. 1:18). Muchos anticristos se cuelan por la “hendija” del segundo punto para asegurar que no son “anticristos”, ej., “nosotros creemos que Jesús vino en carne/que nació de una virgen” pero en realidad ese es solo uno de indicadores que identifican al anticristo. Sería muy fácil y obvio identificar al anticristo si alguien abiertamente dice que Cristo no se hizo hombre. Muchos falsos profetas y anticristos profesan creer que Jesús se hizo carne y otras cosas más (ej., creer en el Espíritu de Profecía) solo para atraer adeptos y seguidores a su causa. Por ejemplo, en nuestra iglesia todo el que confiesa creer en el Espíritu de Profecía y hasta lo cita, automáticamente se le acepta e identifica como “un verdadero profeta”, aunque lo que haga es usar el Espíritu de Profecía para su propia conveniencia. Por eso el Apóstol Juan te exhorta a ti y me exhorta a mi a “probar los Espíritus.” Hay miles de falsos profetas y anticristos en el mundo que profesan creer que Jesús vino en carne. De igual manera, hay cientos (por no decir miles) de falsos profetas y anticristos en el mundo que profesan creer y ser fieles seguidores del Espíritu de Profecía. Hay muchos hombres y ministerios que han surgido bajo esa suposición y hoy tienen ministerios independientes que clasifican a la iglesia como Babilonia y que su liderazgo es Satánico. Por eso el Apóstol Juan nos exhorta a probar los Espíritus porque no necesariamente todo Espíritu que dice venir de Dios, lo es y bien puede ser un lobo disfrazado de oveja y parte del espíritu del anticristo.
Oración: Señor ayúdame a acercarme a ti por medio del estudio de tu Palabra y de la oración para poder probar los Espíritus y no ser engañado por un falso profeta o ser una presa del anticristo. En el nombre de tu Hijo Jesucristo, ¡Amén!