Hola Hermanos
Gracias a DIOS por esta oportunidad que tenemos hoy en día, por medio de este FORO compartir los Mensajes que DIOS tiene preparado para cada uno de nosotros.
Buscando en internet encontre estos 10 Principios que deseo compartir con Ustedes.
Jesús pasó tres años con los discípulos adiestrándolos y preparándolos para hacer el trabajo que Dios había estipulado para ellos. Ésta fue la oportunidad personal de ellos, en habitar por una temporada, en la escuela de Dios. Fue durante este tiempo en el que aprendieron del amor personal de Dios y su compromiso con ellos y el mundo entero. También tuvieron la oportunidad de encontrarse con el hecho de que Satanás era una fuerza real y viable, y que no pararía frente a nada con tal de desanimarlos y vencerlos. Jesús los adiestró no solamente en cómo vivir victoriosamente como creyentes, sino que también los preparó para el día en que no llamarían más a esta tierra, su hogar.
Los principios de la Palabra de Dios llevan consigo un tremendo potencial para el crecimiento espiritual y emocional. Por supuesto, que el beneficio más grande que conseguimos al cumplir con cualquiera de los principios de Dios, es una relación más profunda y mucho más provechosa con el Señor Jesucristo.
El crecimiento espiritual requiere tanto compromiso como sacrificio. Sabemos que Jesucristo hizo el compromiso y sacrificio máximo cuando escogió llegar a ser nuestro Salvador y Señor. Dios ha colocado una puerta de oportunidad delante de usted, que ningún hombre puede cerrar (Apocalipsis 3:8). Su promesa personal para usted es que Él se revelará a todo aquel que le busque (Mateo 7:7).
En cuanto los lea, pídale a Dios que le muestre los que Él tiene que trabajar en usted.
1. OBEDEZCA A DIOS.
Obedecer no siempre es fácil. La tentación de dejarse llevar por la presión de compromiso de quienes le rodean, es muy real. El compromiso con los demás y la falta de convicción le conducirán a una fe vacilante. Por lo tanto, cuando Dios le muestre lo que Él quiere que usted haga en cierta situación, hágalo basándose en la Palabra que Dios le ha dado. Pueda que usted no entienda el cómo o el por qué de lo que le pidió hacer, pero recuerde que Dios conoce todo. Su obediencia es crucial y será premiada.
Cuando nosotros obedecemos a Dios, ponemos nuestra fe a trabajar en la habilidad de Dios para hacer lo que Él ha prometido. Esencialmente le estamos diciendo, “Señor, obedezco porque sé que así te honro y glorifico”. Obedecer no significa que escapará del sufrimiento. Muchas veces, de hecho, podría llevarlo a enfrentar la dificultad y la presión de quienes lo rodean. Sin embargo, Dios toma en cuenta su obediencia y, Él bendecirá y honrará todo lo que usted haga.
2. CONFÍE EN DIOS.
Nada puede cambiar la fidelidad de Dios para usted. Usted puede confiar en Él, sin importar cuales son sus circunstancias. La fe de los discípulos fue rigurosamente probada una noche durante una impetuosa tormenta en el mar de Galilea. La intensidad del viento y de las olas era arrolladora. Antes de saber lo que estaba sucediendo, el temor había paralizado sus corazones aún cuando Jesús, el Hijo de Dios, dormía en la proa de la embarcación.
Cuando los gritos frenéticos de los ocupantes lo despertaron, inmediatamente ordenó a las olas y al viento que se calmasen. Entonces, se dirigió a sus discípulos quienes reaccionaron impulsados por las emociones, y preguntó, "¿Dónde está vuestra fe?" (Lucas 8:24). No importa qué tipo de tormenta enfrente, Dios está ahí dentro con usted. Él está en su barca, y usted puede confiar en que apaciguará y cuidará de sus necesidades más grandes.
3. ESPERE EN DIOS.
El Salmo 27:14 dice “Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”. La mayoría de los siervos más grandes de Dios han aprendido a esperar en el tiempo de Dios. Cuando pensamos en el hecho de la espera, a menudo, nos imaginamos que debemos dejar en pausa aquello que deseamos inmediatamente. Pablo quería llevar el evangelio hacia Macedonia, pero el Espíritu Santo no permitió su entrada en esa región (Hechos 16:9-10). Nunca se nos ha dicho la razón por la cual Dios detuvo a Pablo. Sin embargo, sabemos que años más tarde, Pablo pudo predicar en algunos lugares de esa región y vio a muchos llegar a Cristo.
Dios sabe exactamente dónde y cuándo necesita que usted haga la obra para la cual ha sido llamado. Él sabe cuándo es el momento preciso para que usted se mueva al área a la que ha sido asignada.
Adelantarnos solamente nos conducirá a la frustración y el temor. Una de las maneras en las que nos adelantamos a Dios es apurándonos en llenar nuestras necesidades por cuenta propia. Aprenda a ser paciente y espere el tiempo de Dios. La bondad de Dios merece el tiempo adicional que Él podría exigir de usted. Cuando corre para adelantársele a Dios, se pierde todos los retos y bendiciones que Él coloca a lo largo de su camino. Usted puede esperar y ser bendecido o adelantarse y arriesgarse a ser decepcionado.
Si siente que se ha adelantado a Dios, vaya inmediatamente a Él en oración. Confiese su falta de confianza. Pídale que le perdone y que le anime a seguir la senda que usted debe caminar.
4. DÉ PARA LA OBRA DE DIOS.
El dar es un indicativo del nivel de nuestra fe. Nosotros damos para la obra de Dios, como Él nos ha ordenado. No para ganar puntos con Dios, sino porque podemos participar en los asuntos de su Reino. Ofrendar es un símbolo de confianza. Al dar profesamos nuestra fe en la habilidad que tiene Dios para proveernos para todas nuestras necesidades.
Dar, además, abre una puerta hacia la libertad. El “amor al dinero” nos deja ciegos. Dios nunca quiso que los recursos financieros tomarán el lugar de posiciones extremas de poder en nuestra vida. El bienestar es un recurso que, en última instancia, le pertenece a Dios. No importa cuánto usted tenga, Dios tiene el poder de tomarlo todo.
El dinero puede ser una gran bendición o puede ser también una carga pesada. La manera en la que usted usa sus recursos financieros es un indicativo de su fe y confianza en Dios. ¿Ofrenda usted generosamente o, se agarra del temor de que Dios no le suplirá más?
Dios provee no para que usted pueda almacenar bienes materiales, sino para que usted pueda dar a otros. Pídale a Dios que le guíe en esta área. Permita que la cantidad que usted dé, sea el resultado de la dirección que Dios quiere que usted siga.
5. USTED NO PUEDE VIVIR LA VIDA CRISTIANA A SU MANERA.
Muchos han terminado exhaustos, tanto física como emocionalmente, al tratar de vivir a su manera y apartados de Dios. Creen que de alguna forma lo conseguirán sin Dios. Dinero, fama, poder, posición –nada de esto puede traernos el contentamiento que anhelamos. Cuando somete su vida a Jesucristo, renuncia al derecho a su propia identidad. Pero no pierde nada. En cambio, gana inmensamente. Dios le ha creado a usted único– no puede ser duplicado– y Él bendecirá su actitud de obediencia.
Amy Charmichael escribió: “Nosotros seguimos a un Salvador desnudo y crucificado. Esas palabras tocan lo más profundo. Tocan cada situación, tanto la vida superficial como la íntima; las motivaciones, propósitos, decisiones, todo. Déjelas permanecer con usted a medida que se prepara para la nueva vida. De seguro que habrá pruebas, pruebas inesperadas, así como mucho regocijo inesperado. Pero si sigue a un Salvador desnudo y crucificado, y por el poder de la resurrección busca entrar en la intimidad de los padecimientos de Cristo, usted irá en paz y será una de las personas bendecidas que esparcen paz a su alrededor”.
Continua
Gracias a DIOS por esta oportunidad que tenemos hoy en día, por medio de este FORO compartir los Mensajes que DIOS tiene preparado para cada uno de nosotros.
Buscando en internet encontre estos 10 Principios que deseo compartir con Ustedes.
DIEZ PRINCIPIOS PARA VIVIR
Jesús pasó tres años con los discípulos adiestrándolos y preparándolos para hacer el trabajo que Dios había estipulado para ellos. Ésta fue la oportunidad personal de ellos, en habitar por una temporada, en la escuela de Dios. Fue durante este tiempo en el que aprendieron del amor personal de Dios y su compromiso con ellos y el mundo entero. También tuvieron la oportunidad de encontrarse con el hecho de que Satanás era una fuerza real y viable, y que no pararía frente a nada con tal de desanimarlos y vencerlos. Jesús los adiestró no solamente en cómo vivir victoriosamente como creyentes, sino que también los preparó para el día en que no llamarían más a esta tierra, su hogar.
Los principios de la Palabra de Dios llevan consigo un tremendo potencial para el crecimiento espiritual y emocional. Por supuesto, que el beneficio más grande que conseguimos al cumplir con cualquiera de los principios de Dios, es una relación más profunda y mucho más provechosa con el Señor Jesucristo.
El crecimiento espiritual requiere tanto compromiso como sacrificio. Sabemos que Jesucristo hizo el compromiso y sacrificio máximo cuando escogió llegar a ser nuestro Salvador y Señor. Dios ha colocado una puerta de oportunidad delante de usted, que ningún hombre puede cerrar (Apocalipsis 3:8). Su promesa personal para usted es que Él se revelará a todo aquel que le busque (Mateo 7:7).
En cuanto los lea, pídale a Dios que le muestre los que Él tiene que trabajar en usted.
1. OBEDEZCA A DIOS.
Obedecer no siempre es fácil. La tentación de dejarse llevar por la presión de compromiso de quienes le rodean, es muy real. El compromiso con los demás y la falta de convicción le conducirán a una fe vacilante. Por lo tanto, cuando Dios le muestre lo que Él quiere que usted haga en cierta situación, hágalo basándose en la Palabra que Dios le ha dado. Pueda que usted no entienda el cómo o el por qué de lo que le pidió hacer, pero recuerde que Dios conoce todo. Su obediencia es crucial y será premiada.
Cuando nosotros obedecemos a Dios, ponemos nuestra fe a trabajar en la habilidad de Dios para hacer lo que Él ha prometido. Esencialmente le estamos diciendo, “Señor, obedezco porque sé que así te honro y glorifico”. Obedecer no significa que escapará del sufrimiento. Muchas veces, de hecho, podría llevarlo a enfrentar la dificultad y la presión de quienes lo rodean. Sin embargo, Dios toma en cuenta su obediencia y, Él bendecirá y honrará todo lo que usted haga.
2. CONFÍE EN DIOS.
Nada puede cambiar la fidelidad de Dios para usted. Usted puede confiar en Él, sin importar cuales son sus circunstancias. La fe de los discípulos fue rigurosamente probada una noche durante una impetuosa tormenta en el mar de Galilea. La intensidad del viento y de las olas era arrolladora. Antes de saber lo que estaba sucediendo, el temor había paralizado sus corazones aún cuando Jesús, el Hijo de Dios, dormía en la proa de la embarcación.
Cuando los gritos frenéticos de los ocupantes lo despertaron, inmediatamente ordenó a las olas y al viento que se calmasen. Entonces, se dirigió a sus discípulos quienes reaccionaron impulsados por las emociones, y preguntó, "¿Dónde está vuestra fe?" (Lucas 8:24). No importa qué tipo de tormenta enfrente, Dios está ahí dentro con usted. Él está en su barca, y usted puede confiar en que apaciguará y cuidará de sus necesidades más grandes.
3. ESPERE EN DIOS.
El Salmo 27:14 dice “Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”. La mayoría de los siervos más grandes de Dios han aprendido a esperar en el tiempo de Dios. Cuando pensamos en el hecho de la espera, a menudo, nos imaginamos que debemos dejar en pausa aquello que deseamos inmediatamente. Pablo quería llevar el evangelio hacia Macedonia, pero el Espíritu Santo no permitió su entrada en esa región (Hechos 16:9-10). Nunca se nos ha dicho la razón por la cual Dios detuvo a Pablo. Sin embargo, sabemos que años más tarde, Pablo pudo predicar en algunos lugares de esa región y vio a muchos llegar a Cristo.
Dios sabe exactamente dónde y cuándo necesita que usted haga la obra para la cual ha sido llamado. Él sabe cuándo es el momento preciso para que usted se mueva al área a la que ha sido asignada.
Adelantarnos solamente nos conducirá a la frustración y el temor. Una de las maneras en las que nos adelantamos a Dios es apurándonos en llenar nuestras necesidades por cuenta propia. Aprenda a ser paciente y espere el tiempo de Dios. La bondad de Dios merece el tiempo adicional que Él podría exigir de usted. Cuando corre para adelantársele a Dios, se pierde todos los retos y bendiciones que Él coloca a lo largo de su camino. Usted puede esperar y ser bendecido o adelantarse y arriesgarse a ser decepcionado.
Si siente que se ha adelantado a Dios, vaya inmediatamente a Él en oración. Confiese su falta de confianza. Pídale que le perdone y que le anime a seguir la senda que usted debe caminar.
4. DÉ PARA LA OBRA DE DIOS.
El dar es un indicativo del nivel de nuestra fe. Nosotros damos para la obra de Dios, como Él nos ha ordenado. No para ganar puntos con Dios, sino porque podemos participar en los asuntos de su Reino. Ofrendar es un símbolo de confianza. Al dar profesamos nuestra fe en la habilidad que tiene Dios para proveernos para todas nuestras necesidades.
Dar, además, abre una puerta hacia la libertad. El “amor al dinero” nos deja ciegos. Dios nunca quiso que los recursos financieros tomarán el lugar de posiciones extremas de poder en nuestra vida. El bienestar es un recurso que, en última instancia, le pertenece a Dios. No importa cuánto usted tenga, Dios tiene el poder de tomarlo todo.
El dinero puede ser una gran bendición o puede ser también una carga pesada. La manera en la que usted usa sus recursos financieros es un indicativo de su fe y confianza en Dios. ¿Ofrenda usted generosamente o, se agarra del temor de que Dios no le suplirá más?
Dios provee no para que usted pueda almacenar bienes materiales, sino para que usted pueda dar a otros. Pídale a Dios que le guíe en esta área. Permita que la cantidad que usted dé, sea el resultado de la dirección que Dios quiere que usted siga.
5. USTED NO PUEDE VIVIR LA VIDA CRISTIANA A SU MANERA.
Muchos han terminado exhaustos, tanto física como emocionalmente, al tratar de vivir a su manera y apartados de Dios. Creen que de alguna forma lo conseguirán sin Dios. Dinero, fama, poder, posición –nada de esto puede traernos el contentamiento que anhelamos. Cuando somete su vida a Jesucristo, renuncia al derecho a su propia identidad. Pero no pierde nada. En cambio, gana inmensamente. Dios le ha creado a usted único– no puede ser duplicado– y Él bendecirá su actitud de obediencia.
Amy Charmichael escribió: “Nosotros seguimos a un Salvador desnudo y crucificado. Esas palabras tocan lo más profundo. Tocan cada situación, tanto la vida superficial como la íntima; las motivaciones, propósitos, decisiones, todo. Déjelas permanecer con usted a medida que se prepara para la nueva vida. De seguro que habrá pruebas, pruebas inesperadas, así como mucho regocijo inesperado. Pero si sigue a un Salvador desnudo y crucificado, y por el poder de la resurrección busca entrar en la intimidad de los padecimientos de Cristo, usted irá en paz y será una de las personas bendecidas que esparcen paz a su alrededor”.
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